Javier Milei no se tomará vacaciones y a los ministros les sugirieron que no viajen a destinos que sean símbolos de “ostentación”

En el inicio de su segundo año como presidente Javier Milei no se tomará vacaciones. A pesar de las recomendaciones que le hicieron llegar sobre la necesidad de un descanso, desestimó el consejo y permanecerá durante la mayor parte del verano ejerciendo sus funciones desde la Residencia de Olivos.

El primer mandatario reconoció en reportajes televisivos y radiales que le hicieron antes de asumir su cargo y también cuando ya estaba en la Casa Rosada. “Soy un workaholic, directamente me levanto y voy al escritorio a trabajar”, admitió. Forma parte de su carácter y no lo cambió tras su arribo al sillón de Rivadavia. La sugerencia de su entorno fue para que al menos se tomase tres días, pero su adicción al trabajo pudo más.

El Presidente tiene a disposición el complejo de Chapadmalal, que ha sido utilizado por otros mandatarios en recesos por feriados largos, pero hasta ahora Milei nunca lo utilizó, ni siquiera como un lugar de reunión con ministros u otros funcionarios.

Olivos será entonces el centro de su actividad que, en principio, sólo tendrá un viaje. El 20 de enero asistirá especialmente invitado a la asunción de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos. Allí se encontrará con otros líderes mundiales cercanos al líder del Partido Republicano.

En una de las últimas reuniones de gabinete, el tema de las vacaciones fue uno de los que ocuparon un lugar importante. El Presidente les transmitió su satisfacción por el esfuerzo que hicieron desde que asumieron el Gobierno y les dio autorización para que hagan un paréntesis en sus labores. Sí hubo tres recomendaciones: la primera, que no sea a un destino que se identifique con la ostentación, la segunda que no desarmen sus equipos de colaboradores y la tercera que esos períodos puedan interrumpirse, de ser necesario, por algún problema coyuntural.