Intendentes bonaerenses quieren aprovechar la reforma electoral de Milei para discutir las reelecciones indefinidas

La discusión que propone el gobierno nacional en materia electoral para eliminar las PASO -que hasta el momento no junta el consenso necesario- encendió algunas luces verdes en la provincia de Buenos Aires. Primero, porque el territorio que gobierna Axel Kicillof tiene su propia ley de Primarias y, de modificarse el sistema de votación a nivel nacional, Buenos Aires tendrá que tomar su propia decisión al respecto. También porque el contexto político y discursivo allana el terreno para que un grupo de intendentes vuelva a pedir por cambios en la ley que limita los mandatos para intendentes, legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares y así poder en 2027 ir por un nuevo período electoral.

Son alrededor de 80 los jefes comunales que en 2027 no podrán ir por la reelección. En el grupo hay de las distintas tribus peronistas, de la UCR y del PRO. Todo el sistema político bonaerense.

Todavía no hay ninguna iniciativa referida a una modificación de la ley provincial 14.836 que establece, entre otros puntos, que “el Intendente y los Concejales serán elegidos directamente por el pueblo, durarán en sus funciones el término de cuatro (4) años y podrán ser reelectos por un nuevo período. Si han sido reelectos no podrán ser elegidos en el mismo cargo, sino con intervalo de un período”, y marca como el período 2019-2023 como primer período de gobierno. Sin embargo, el tema empieza a correr por cauces subterráneos.

Modificar la ley es fácil, es cuestión de juntar los votos”, suelta un peronista del conurbano. “Formalmente no hay nada, es más un rumor de pasillo que otra cosa”, asegura un legislador cuya terminal política corresponde a un intendente.

“La ley se va a modificar”, plantea otro mandamás de UP, más como un anhelo personal que como una estrategia definida.

Allí, entre los intendentes que no tienen reelección, se agrupan nombres dentro del peronismo como Andrés Watson (Florencio Varela), Mayra Mendoza (Quilmes), Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso), Federico Achával (Pilar), Mario Ishii (José C. Paz), Fernando Espinoza (La Matanza), Fernando Gray (Esteban Echevarría), Mariel Fernández (Moreno), Lucas Ghi (Morón), Jorge Ferraresi (Avellaneda) o Nicolás Mantegazza (San Vicente); solo para citar algunos casos afincados en el conurbano bonaerense. El peronismo también tiene sus casos testigos en el interior con Gustavo Barrera (Villa Gesell), Alejandro Acerbo (Daireaxu), Germán Lago (Alberti),

La UCR es otro de los espacios que entre sus filas tiene intendentes sin chance de ser reelectos, como Miguel Lunghi (Tandil), Osvaldo Di Napoli (General Belgrano), Franco Flexas (General Viamonte), entre otros. La misma secuencia atraviesa el PRO en algunos casos con Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Sebastian Abella (Campana), Pablo Petrecca (Junín), Javier Martínez (Pergamino) o Jorge Etcheverry (Lobos). Algunos de ellos han planteado que no buscarán un nuevo mandato y trabajan en perfilar un sucesor o sucesora.

Quien tampoco tiene reelección en la provincia de Buenos Aires es el tándem Axel Kicillof-Verónica Magario. Así lo determina la constitución bonaerense. Esa situación también pone la lupa sobre el rol de los intendentes peronistas a la hora de pensar en la sucesión del gobernador. ¿Será la hora de un intendente o intendenta para una candidatura dentro del peronismo? El último antecedente fue Eduardo Duhalde. Nombres sobran; pero lugares no.

El momento político para trazar una discusión de este tipo en la Legislatura también es un factor atendible. El año que viene hay elecciones y, como sucede en el orden nacional, de avanzar con cambios en la cuestión electoral debería ser antes de fin de año. Al menos eso dejan trascender quienes anhelan cambios al respecto. Además, en 2025 cambiará la composición legislativa en la provincia de Buenos Aires, donde hoy Unión por la Patria es la primera minoría en ambas cámaras.

Cuando la ley había sido aprobada en 2016 en el marco de un acuerdo entre la entonces gobernadora María Eugenia Vidal y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se planteó intendentes podrían reelegir una vez contando desde los comicios del 2015, en lugar de 2017 para el caso legislativo y 2019 para la elección ejecutiva, lo cual le daba un carácter retroactivo a la norma: fue motivo de objeción durante el debate a la modificación que se le hizo a la ley en diciembre del 2021 y que permitió que el año pasado 90 intendentes puedan ir por un período más.

Las posiciones son variadas en el tramo legislativo dentro del oficialismo y de la oposición. El Frente Renovador que tiene presencia en el bloque de UP tanto en Diputados como en el Senado está en contra de darle perpetuidad a los intendentes -siempre y cuando sean electos-; la UCR ha votado a favor de la última modificación, al igual que los legisladores del PRO que en ese entonces respondían a intendentes; no así los legisladores amarillos que tenían a la ex gobernadora como su referencia política.

La posición de Kicillof al respecto es plantear que se trata de una discusión de la Legislatura, pero en términos personales está en contra de la limitación de mandatos. Lo dejó explícito el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, cuando tiempo atrás aseguró -en declaraciones a revista La Tecla– que estaba a favor de las reelecciones indefinidas. “Creo que es el pueblo el que tiene que decidir quién gobierna, sobre la base de lo que se hizo y de las propuestas. ¿Y cuál es el contraargumento? Que si un gobernante está mucho tiempo genera mecanismos clientelares, etc. Y no necesariamente es así y no necesariamente el pueblo es lo suficientemente tonto para votar a alguien que le da una limosna. Mientras hubo reelección indefinida de intendentes, hubo un montón que estuvieron mucho tiempo. ¿Por qué? Porque gobernaban bien. Y hubo intendentes que duraban un mandato y no podían reelegir porque hacían un mal gobierno”, decía.