El altar donde la abuela de Loan pide por la aparición de su nieto: “Me dijeron que se lo llevó el pomberito”
“Era la primera vez que mi nieto me visitaba”, dijo con tristeza Catalina Peña, sentada frente a uno de los altares que tiene en su casa del “El Algarrobal” de la localidad de 9 de Julio, en la provincia Corrientes. En esa propiedad humilde, Loan Danilo Peña, su nieto de 5 años, fue retratado por última vez. Fue el 13 de junio pasado, durante el almuerzo que organizó la mujer de 87 años como “promesa a San Antonio”. Después de esa comida, el nene se esfumó.
“No sé dónde fue, me duele el alma, estoy con el corazón en la garganta, llorando”, reveló al cronista de A24 que la entrevistó este martes. Luego, Catalina se zambulló en un pensamiento fantástico: “Lo busco por los árboles, se lo llevó el pomberito, dicen que se lleva a las criaturas”. Además, reveló: “Rezo por él a todos los santos, hasta al Gauchito Gil, pero nadie me está haciendo el milagro”. Y dijo al pasar: “A San Antonio le prometí una comida de un estofadito porque se me perdió el celular”.
En ese almuerzo que hizo Catalina, y en el que Loan desapareció, estuvieron cinco de los seis imputados que hoy tiene la causa por trata de personas que lleva adelante la Justicia Federal. “Creo que está vivo. Te palpita cuando una persona está fuera de la vida”, soltó convencida. La mujer no solo sospecha del pomberito, el duende que, según la creencia guaraní, habita zonas rurales del país; sino también sostiene que puede ser una venganza contra la madre del chico de 5 años, María Noguera, aunque no dio mayores detalles del por qué.
Catalina mostró el altar de madera en el que, según relató, se sienta todas las noches a rezar. El lugar está dentro de su casa humilde. Tiene una bandera política en el fondo y aparece la foto del Gauchito Gil rodeado de flores, otras imágenes y velas. También señaló la mesa en la que almorzaron ese día en que Loan desapareció de sus tierras.
Este martes fue la primera vez que habló Catalina. Y también dio otro reportaje. Allí, en diálogo con TN, opinó sobre los imputados: “Yo quiero saber la verdad, qué es lo que pasa. No tuvieron la responsabilidad de cuidar a la criatura. El comisario está detenido por la mentira que dijo que (Loan) estaba en una tapera y no”.
Catalina remarcó sobre ese 13 de junio en el que, tras el almuerzo, los chicos y tres adultos fueron hasta el naranjal: “María Victoria (Caillava, presa como coautora de la captación) es mi prima. Vino al almuerzo con su marido, y nada más. Era la primera vez que yo veía a Carlos (Pérez)”.
Y rememoró: “Yo no sabía que la criatura se perdió. Le pregunté a Victoria por qué corrían y me dijo que se perdió una criatura en el monte. Después me dijo: ‘Nos vamos porque mi marido está queriendo mirar el partido del fútbol’”. En ese sentido, aseguró: “No desconfío de nadie de la mesa. Es toda gente de mi confianza. No sé qué pasó con Loan. Uno dice una cosa, otra cosa, pero… Ahora estuve con el otro que me llamó, que me dijo que los pomberitos le dieron a la criatura”.
Mientras que sobre el marido de su hija Laudelina, Antonio Benítez, también marcó algunas perspicacias de las que no quiso hablar en profundidad; sobre Ramírez sostuvo: “Vino a comer el domingo y me dijo de venir también el jueves”. Y recordó que su nieto y su hijo José “cayeron de sorpresa”. Incluso, afirmó: “Yo pedí que sacaran una foto y que me la den en sobre para tener de recuerdo”. Esa imagen resultó ser clave.
Este lunes, Benítez, Mónica del Carmen Millapi, Daniel “Fierrito” Ramírez, María Caillava, Carlos Pérez quedaron imputados con prisión preventiva sin plazo por el delito de captación de personas con fines de explotación agravado por ser la víctima menor de 18 años.
Los tres primeros están apuntados como partícipes primarios, y el matrimonio como coautores materiales. En cuanto al comisario Walter Maciel, se lo imputó por encubrimiento por favorecimiento real, calificado por la gravedad del delito precedente y la calidad de funcionario público del autor.
La causa, al mismo tiempo, pasó al fuero federal.